Cristian Ruiz

VR nació pocas semanas antes de las últimas elecciones municipales de 2015 con una vocación de servicio hacia el municipio. Un grupo de vecinos hartos, que propusieron una opción municipalista. Por suerte, nuestro partido, o mejor dicho, vuestro partido, consiguió aportar un concejal.

El municipalismo no es algo nuevo. Llevamos años siendo “acusados” interesadamente de ser de izquierdas, de derechas, independentistas… pero para nosotros, lo sorprendente es etiquetar un ayuntamiento. Un ayuntamiento no es más que una “empresa de servicios”, aunque no lo sea como tal, que no necesita obtener beneficios y que puede usar, con matices, todos sus recursos obtenidos con los impuestos municipales en cubrir las necesidades del municipio.

¿Un agujero de una calle es de izquierdas? ¿Es un árbol muerto de derechas? ¿Es la seguridad independentista? ¿Es la limpieza unionista? Catalogar un ayuntamiento es usar una herramienta de TODOS en algo que poco tiene que ver con las necesidades de TODOS, ya que ni el debate territorial ni las decisiones macroeconómicas son competencia de un consistorio.

Con un solo concejal hemos realizado oposición clara y directa, defendiendo el uso del ayuntamiento para temas útiles para TODOS los rubinenses. No hemos querido participar en debates interesados que los diferentes partidos filiales han querido presentar en el pleno, dirigidos desde Barcelona o Madrid y quitando tiempo a los realmente necesarios para la ciudad. Evidentemente no somos ajenos a la actualidad, pero consideramos que estas discusiones son inútiles para el funcionamiento de la ciudad y ya hay estamentos de más alto nivel y competencias que debaten estas cosas. Y además:

– Nos hemos opuesto a un POUM que nos ancla a vivir siempre en el año 2010: la ciudad necesita un nuevo POUM, pero no uno que había sido ya desechado y suspendido por la Generalitat precisamente por todos los defectos que contiene.

– Nos hemos opuesto a la modificación del Parque de Can Oriol que el gobierno quiere llevar a cabo: tenemos un parque agrícola como el que muy pocos municipios disfrutan. Nuestro pulmón. Podemos considerar necesaria una mejora, pero no aceptamos la irrupción de materiales artificiales, que le quitan el encanto rural y dificulta el trabajo del payés que lo cultiva.

– Hemos criticado la compra por parte del gobierno socialista, de un concejal de otro partido por 40.000 euros anuales para asegurarse su voto quitando al pleno toda su credibilidad. ¡Ética por encima de todo!

– Hemos fiscalizado al gobierno con la tranquilidad de no tener nada que esconder. El resto de partidos presentes en el pleno de un modo u otro han estado ligados o han liderado algún gobierno de la ciudad y todos tienen en su haber, la responsabilidad de las carencias de nuestro municipio.

– Hemos sido críticos con la nueva “Illa de vianants”, no porque no creamos en una ciudad para ser disfrutada a pie, sino porque creemos necesario solucionar previamente temas de movilidad para no hacer de la Illa de Vianants una división entre el norte y el sur de Rubí.

Creemos en un ayuntamiento por y para todos, y no como un instrumento para los intereses de otros partidos dirigidos desde Barcelona o Madrid. Creemos en los presupuestos participativos, ya que nadie mejor para configurarlos que quien los va a disfrutar. Creemos en la transparencia, en la transversalidad y en la plantilla municipal. Creemos en una ciudad limpia y verde; en una ciudad que no tapa los agujeros de los árboles muertos en vez de colocar otro…

Por todo esto y mucho más nos presentamos a las elecciones municipales, con un equipo de rubinenses, que viven orgullosos en Rubí y no en otras ciudades como otro partido, que sufren con sus carencias y disfrutan de sus virtudes. Creemos en el municipalismo y en todos los beneficios que aportan opciones como la nuestra. Esperamos que os suméis a nuestro proyecto con la misma ilusión que nosotros ponemos en mejorar Rubí e intentar hacerla avanzar por el siglo XXI como el resto de ciudades de nuestro entorno.

Somos vecinos, como tú.

ENLLAÇ A TOT RUBÍ